La Virgen del Rosario reinó anoche en la feligresía de San Miguel, por donde discurrió la procesión acompañada por multitud de fieles que pusieron un tremendo colorido a las calles. La torre de la iglesia de San Miguel y la monumental y remozada San Agustín fueron testigo del paso de la Patrona de Marchena.
A las 19:30 horas ha salido desde Santo Domingo, y como cada año le corresponde una de las tres parroquias, este 2011 el recorrido ha girado por las calles del barrio de San Miguel, comenzando por calle Méndez.
Aparte de monaguillos, acólitos de blanco y fieles con cirios, hay que reseñar que la banda encargada de acompañar al paso ha sido la Banda Municipal Asociación Cultural Villa de Marchena, mientras que la presidencia de la procesión la ha ejercido el alcalde de Marchena, Juan Antonio Zambrano, junto a miembros de la Junta del Cristo de San Pedro y el Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de nuestra localidad, Francisco Duarte.
En la calle de la Cruz, los fieles han seguido los pasos de la Patrona, cuyo capataz ha sido José Muñoz, entre banderas celestiales cruzadas de bella factura en diagonal entre los balcones a ambos lados de la misma, mientras que el jolgorio más masivo se concentraba en la calle Sevilla, esplendorosa para la ocasión.
Entre una sucesión de arcos floreados, banderas celestiales, banderas de España y balcones engalanados, han ido pasando con sus correspondientes estandartes las representaciones de todas las hermandades de Marchena, que han sido fieles a su cita con la Virgen del Rosario.
Iluminada San Miguel ha sido testigo privilegiada del paso de la Patrona de Marchena, que ha brillado con luz propia en calle Sevilla entre lluvia de pétalos y el perfume de nardos que ha dejado una estela de inspiración mezclado con el romero que se esparcía en las calles.
Allí se han escuchado Vivas a la Virgen del Rosario, los costaleros han cantado el Dios Te Salve María y entre la multitud, se han escuchado guitarras y voces de coro, para que la Patrona continuara bajando por calle Sevilla aún con mucha gente en las inmediaciones de San Agustín.
Las segundas moleras de Marchena se forman al paso de la Virgen del Rosario y prácticamente desde esta calle hasta el final, pasando por Boteros, no le han dejado de acompañar en ningún momento en corto pero intenso recorrido en este primer domingo de octubre.
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