domingo, 25 de septiembre de 2011

¡María Madre con el Barrio!


Vio anochecer nuestra Señora de la Merced al poco de comenzar a caminar por las calles de Marchena, por las calles de su barrio, que fueron multitud y gentío desde la salida, después de un día en el que hay escenas para vivir desde por la mañana y que nos dan a entender la buena presencia de las calles, casos de vecinas limpiando las fachadas y hasta el propio asfalto para que en la noche paseara acogida con todo el cariño la Madre de este barrio.
Subiendo por José Montes de Torres y volteando a la calle Puebla de Cazalla avanzaría en la primera parte del recorrido la Virgen, habiendo de comentar en este punto que es tal la popularidad de la Virgen que nos consta que los vecinos de las calles por las que no puede pasar un año la reclaman insistentemente para que por allí pase al siguiente.
El caso es que continuó la procesión por las tradicionales Madre de Dios, Morón de la Frontera, y vuelta en Pepita Jiménez para doblar hacia la calle Miguel Hernández, todas ellas llenas de banderas celestes marianas y de altares para llenar de fe las calles marcheneras del barrio Madre de Dios.
Con los estandartes en mano y cientos de hermanos acompañando en fila a la Virgen, podríamos ver también al presidente de la Comisión, José Manuel Sevillano, al padre Fray Tomás Javier Gago y Manolo Baeza antecediendo al paso de Madre de Dios de la Merced, al igual que acólitos de azul intenso, monaguillos blancos y olor a incienso que nos recordaban que no dentro de mucho no es una quimera que todo esto se materialice en Hermandad.
...Y qué bellos los sonidos de Castillo de la Mota con la marcha Macarena en la revirá a Miguel Hernández, qué señera compañía musical de la que anoche disfrutó la Señora del barrio, y qué luz le dio el gentío y la alegría cuando giró hacia padre Isaac Murillo cubierta en una Jerusalén de árboles y entre imágenes de su propio rostro colgadas en los balcones...
Como coqueta quedó la calle Sagrado Corazón de Jesús, donde de nuevo se llevaron una ovación por su saber llevar el paso el cuerpo de costaleros y capataces de Madre de Dios de la Merced, que al son de la marcha Rocío mecieron con dulzura a una Virgen que esperaban con el máximo cariño e ilusión familias enteras y vecinos que se daban cita en la populosa calle.
Allí rezaba una pancarta a la entrada de la calle "¡María Madre con el Barrio!" y dejándola de fondo escoltada por una ordenada línea de banderas celestes y blancas, si fue recibida con jolgorio fue despedida con lluvia de pétalos Madre de Dios de la Merced en la estela de una emoción consolidada hacia la Virgen.
Una saeta aflamencada del corazón de un vecino que en la plaza que lleva el nombre de la Virgen, siempre le canta, fue el preludio de un fin de fiesta que dejó un gran sabor de boca en quienes impulsan, en quienes creen y en quienes siguen a Madre de Dios de la Merced, que son muchos y están volcados para que sigan siendo muchos más años los que se despierte la pasión de un pueblo por la Señora Madre del Barrio.

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