domingo, 25 de septiembre de 2011

La bendición del Cautivo supone un nuevo hito en la historia del Complejo Parroquial Madre de Dios de la Merced

La impresionante imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud, obra del escultor marchenero Marco Antonio Humanes, ha sido bendecida este mediodía en el transcurso de la Santa Misa concelebrada por los tres párrocos de la localidad en el Complejo Parroquial Madre de Dios de la Merced, a la que han asistido una gran cantidad de fieles que abarrotaban el templo.
 
 
 
 
 
Sobre la una del mediodía de este domingo 25 de septiembre hacía su aparición la nueva imagen por una de las puertas laterales de la calle anexa, con el acompañamiento de la capilla musical de la Banda Castillo de la Mota, compuesta por su director José Miguel Troncoso y dos de sus músicos, Rafael Talaverón y Guillermo Martín. Tras un breve recorrido hacía su entrada en el templo por la puerta principal para finalmente posarse a la izquierda de su santa Madre de Dios de la Merced, cuya talla es también obra del mismo artista Marco Antonio Humanes.
 
 
 
Precisamente con el imaginero marchenero tuvimos la ocasión de hablar antes de la celebración del acto y nos manifestaba sus sentimientos, mezcla de “orgullo, nervios, responsabilidad y el deseo de que la imagen cumpla se función de ser devoción del pueblo.”
La Santa Misa concelebrada por los párrocos Juan Ramón Gallardo, Antonio Ramírez y fray Tomás Javier Gago, fue magníficamente cantada por el coro de San Miguel dirigido por Manolo Baeza, quien a su vez es el Presidente de la Asociación de Madre de Dios de la Merced, que junto con la Comisión pro-parroquial presidida por José Manuel Sevillano tiene la responsabilidad de llevar a buen puerto este importantísimo proyecto.
 
 
 
 
El propio José Manuel Sevillano, visiblemente emocionado fue el encargado de hacer la monición de entrada, resaltando la importancia de la colaboración de todos y manifestando que “El Cautivo es el Cautivo de nuestro Complejo, de nuestro barrio y en definitiva el Cautivo de Marchena. También alabó la magnífica obra de Humanes, haciendo referencia a una de las poesías que en su Pregón de Semana Santa le dedicó su amigo José Antonio Pérez.
 
 
 
 
Tras las lecturas y el salmo responsoral realizados por miembros de la Comisión y de la Asociación, el Padre Javier agradeció la presencia de los párrocos, presidentes de los organismos antes citados, alcalde, representantes políticos, Hermanos Mayores de las Hermandades, Presidente del Consejo General, del propio escultor, así como de todos los fieles asistentes.
 
 
 
 
 
Se refirió fray Tomás Javier a la connotación de la Virgen de la Merced, ya que “nuestro barrio necesita redimir, encontrar la fe los que no la tienen o los que la han perdido”. Refiriéndose al Señor dijo que “iremos impregnando su rostro de súplicas y oraciones de la salud”.
Recalcó que el acto supone “un momento histórico, pues pasarán muchos años y muchos siglos y los fieles seguirán viniendo a este templo a pedirle salud al que popularmente será el Señor Cautivo”, para proseguir: “a veces los sueños se hacen realidad, este proyecto es una locura que seguirá adelante”. En este sentido se refirió al apoyo recibido durante su reciente visita por el arzobispo de Sevilla monseñor Asenjo Pelegrina.
 
 
 
 
 
 
 
 
Durante su alocución aseguró que “aunque hacen falta viviendas, no sólo de pan vive el hombre, y este regalo dará mucho fruto porque la fe es el don por excelencia y Dios es nuestra esperanza”.
 
Concluyó el Padre Javier agradeciendo la colaboración de todos y felicitando al autor de la obra y afirmó: “esto no es competencia con nadie, sino una fuerza más que se une a las que ya tenemos”.
 
A la finalización de la Eucaristía, Marco Antonio Humanes quiso agradecer las facilidades y la colaboración mostrada por los organizadores y comentó algunos aspectos técnicos de esta maravillosa obra de 180 cm de altura en madera de cedro, totalmente anatomizada, aunque va recubierta de túnica.
 
 
 
 
 
 
 
Aunque comentó los detalles del cabello, de la boca, de los pies y de las manos, profundizó en la mirada, aspecto al que dedicó más tiempo, y que describió como “nostálgica, perdida, de abstracción y de resignación”. Así mismo se sintió esperanzado de “que Marchena abra su corazón al Cautivo y que reparta salud entre todos”.
 
 
 
 
 
 
Terminó Marco Antonio Humanes dirigiéndose a su hija “aunque por su corta edad no me entenderá, pero ha crecido al lado de Él, siempre cumpliréis años a la vez y supondrá un lazo irrompible con nuestro querido pueblo de Marchena”.
 
Una cerrada ovación del público asistente puso fin a su intervención, mientras todos querían inmortalizar este histórico momento.
 

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